
Mía es a plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos
Hageo 2:8
1) Los cristianos reconocemos a Dios como dueño y creador del universo. Hebreos 1:2.
2) El propósito de la iglesia es guiar a cada creyente a un conocimiento pleno de Dios para que pueda crecer en su verdad y reconocerlo como el dueño y Señor de todo cuanto existe.
3) Todo cristiano es un mayordomo y colaborador con Dios en la administración de los recursos de la tierra. Génesis 1:29.
4) El cristiano que reconoce a Dios como dueño, reacciona con gratitud devolviendo los diezmos y ofrendas para apoyar la predicación del evangelio. Malaquías 3:10.
5) A mediados del siglo XVIII, se dieron varias iniciativas para garantizar el financiamiento de la predicación del evangelio. En 1859 se promovió el plan llamado “benevolencia sistemática”. Luego, en 1876, se publicó una serie de estudios basados en Malaquías 3:8-11. En este mismo año se votó el diezmo. Para el año 1966 y 1967 se creó en la Asociación General el Departamento de Mayordomía y Desarrollo.
6) Este plan promueve la fidelidad a Dios en todos los ámbitos de la vida: tiempo, talentos, templo, tesoros, tierra (nuestro planeta).
7) Dios instituyó el diezmo como una forma de eliminar el egoísmo del ser humano y motivarlo a reconocerlo como dueño, colaborando en el plan de redención.
“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel”. 1 Corintios 4:2
Hno. Carlos Flores.