El que pierda de vista su entera dependencia de Dios caerá seguramente. Estamos luchando contra enemigos más fuertes que nosotros. Satanás y sus huestes están acechando constantemente para asaltarnos con tentaciones, y con nuestra propia fuerza y sabiduría nos es imposible resistirlos. Por lo tanto, cuando quiera que permitamos que nuestros corazones sean apartados de Dios, cuando quiera que dejemos lugar al engreimiento oa un espíritu de dependencia propia, seremos seguramente derribados (Obreros evangélicos, p. 338).
Dependía completamente de Dios. Si obráis de otro modo, conviene que os detengáis. Deteneos donde estáis, y cambiad el orden de las cosas… Clamad a Dios con sinceridad, con hambre en el alma. Luchad con los instrumentos celestiales hasta que obtengáis la victoria. Poned todo vuestro ser en las manos del Señor, alma, cuerpo y espíritu, y resolvid convertiros en su instrumento amante y consagrado, impulsado por su voluntad, dominado por su mente, saturado de su Espíritu… Entonces veréis claramente las cosas celestiales.
Si permitiéramos que nuestra mente meditara más en Cristo y en el mundo celestial, hallaríamos un estímulo y un apoyo poderoso para pelear las batallas del Señor. El orgullo y el amor al mundo perderán su poder al contemplar las glorias de esa tierra mejor que tan pronto será nuestro hogar. Junto a la belleza de Cristo, todos los atractivos terrenales parecerán de poco valor (Hijos e Hijas de Dios, p. 105; parcialmente en Hijos e hijas de Dios, p. 107, y en Mensajes para los jóvenes, p. 78).
Zorobabel había ido a Jerusalén para edificar la casa del Señor; pero se vio cerca de dificultades. Sus adversarios, “el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara… y les hicieron cesar con poder y violencia”. Pero el Señor se interpuso a favor de ellos y la casa fue concluida. [Se cita Zacarías 4:6-7, 10. ]
Las mismas dificultades que fueron creadas para estorbar la restauración y el desarrollo de la obra de Dios, las grandes montañas de dificultades que surgieron en el sendero de Zorobabel, serán enfrentadas por todos los que hoy son leales a Dios ya su obra. Se usan muchos inventos humanos para llevar a cabo aviones según el parecer y la voluntad de hombres con los cuales Dios no trabaja. Pero la demostración de que Dios está al lado de su pueblo no consiste en palabras jactanciosas ni en una multitud de ceremonias. El supuesto poder de los agentes humanos no decide esta cuestión. Los que se oponen a la obra del Señor pueden ser un estorbo por un tiempo; pero el mismo Espíritu que siempre ha guiado la obra del Señor la guiara hoy. “No con ejercito, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
El Señor quiere que cada alma sea fuerte en la fortaleza de él. Quiere que acudamos a él para recibir nuestra conducción de él (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, p. 1200).
La dispensación en la cual vivimos debe ser, para los que lo solicitan, la dispensación del Espíritu Santo. Pedí su bendición. Es tiempo de que seamos más ardientes en nuestra devoción. A nosotros se nos ha encomendado la ardua pero feliz y gloriosa tarea de revelar a Cristo a los que están en tinieblas. Se nos ha llamado a proclamar las verdades especiales para este tiempo. Para todo esto el derramamiento del Espíritu es esencial. Debemos orar por él. El Señor espera que se lo pidamos. No hemos emprendido esta tarea con todo el corazón (Testimonios para los ministros, pp. 511, 512).
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Notas de Ellen G. White para la Escuela Sabática 2022.
3rd Trimestre 2022 «EN EL CRISOL CON CRISTO»
Lección 12: «MORIR COMO UNA SEMILLA»
Colaboradores: Wilber Valero & Esther Jiménez