LA MAJESTAD DE DIOS Y LA DIGNIDAD HUMANA
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?”
SALMO 8: 3, 4
COMENTARIO HISTÓRICO
El Salmo 8 parece ser de la época cuando David al pastorear a sus ovejas, contemplaba los cielos. Según Robert Davison, el salmo tiene un patrón cuidadosamente estructurado; se mueve desde la tierra al cielo y de los cielos vuelve a la tierra; desde el Señor a la raza humana; y retorna de la raza humana al Señor. Notemos que el primero y último versículo repite la misma frase: ¡Oh, Jehová Señor nuestro, ¡cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Esta frase de admiración es consecuencia de la contemplación de la creación del universo.
Lo mismo ocurrió el 20 de julio de 1969, cuando los dos primeros hombres que pisaron la luna, Neil Armstrong y Buzz Aldrin, al quedar maravillados del universo, a los a pocos instantes de pisar suelo lunar, cumplieron su deseo de leer el salmo: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” (Sal 8:3, 4). Después de contemplar el universo, el salmista pregunta ¿Que es el hombre? Aunque el hombre es débil y su condición es pecaminosa, Dios lo creo un poco menor que los ángeles para que sea su representante en esta tierra. El salmista llega a la conclusión que, para Dios, sus hijos, por más pequeños que sean, son muy importantes.
CITA SELECTA
“Hay majestad en las montañas que parecen tocar el cielo. Ahí están los elevados árboles con sus hojas delicadamente formadas; las briznas de hierba, el capullo que comienza a abrir y las flores abiertas, los árboles del bosque, todos los seres vivientes. Todos orientan la mente hacia el Dios grande y viviente… En nuestro corazón se despiertan sentimientos no sólo de reverencia y pavor, sino de amor, de fe, de confianza y de completa dependencia de Aquel que es el dador de todo bien. Y cuando contemplo sus maravillosas obras y veo las evidencias de su poder, instintivamente pregunto: “¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” (DNC 120).
ORACIÓN
DIOS CREADOR, ALABAMOS TU NOMBRE Y DECIMOS: ¡OH, JEHOVÁ SEÑOR NUESTRO, ¡CUÁN GLORIOSO ES TÚ NOMBRE EN TODA LA TIERRA! GRACIAS POR HACERNOS CORONA DE LA CREACIÓN, Y GRACIAS POR ESTAR PREPARANDO UN LUGAR PARA VIVIR ETERNAMENTE CONTIGO POR JESÚS, AMÉN.