
PEDIDO: SEÑOR, TE DEPOSITAMOS NUESTRAS CARGAS, PARA QUE NOS SOSTENGAS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará, no dejará para siempre caído al justo” SALMO 55:22.
COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 55
Este es un Salmo de súplica o lamento individual. Los lamentos individuales surgen de tres circunstancias: Acusaciones falsas u opresión de los enemigos; penitencia por pecado personal; enfermedad o incapacidad. David habla con Dios y le expone sus angustias, que también pueden ser las nuestras:
1) Nos están persiguiendo;
2) Tergiversan las palabras que pronunciamos;
3) Piensan hacernos el mal;
4) Nos observan para atacarnos;
5) Quieren quitarnos la vida;
6) Nos vigilan todo el tiempo.
Ante este cuadro desolador, exclamemos como David: “Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?”
Además, el salmista nos anima a ECHAR SOBRE JEHOVÁ NUESTRAS CARGAS.- La palabra hebrea yehab (carga), sólo aparece en la Biblia esta única vez. El Talmud traduce como “carga”. La versión de los LXX lo tradujo como “cuidado, ansiedad, o congoja”. Cristo utilizó un verbo similar en Mat 6:34: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. Recordemos que Dios no siempre quita la carga, pero sí sostiene a los que avanzan con fe.
ÉL TE SUSTENTARÁ.- Dios nos promete que, si confiamos en Él, nos alimentará, nos proporcionará fortaleza para soportar las adversidades, y nos conducirá por sendas seguras y de victorias.
CITA SELECTA
“Si venimos a Dios sintiéndonos desamparados y necesitados, como realmente somos, si venimos con humildad y con la verdadera certidumbre de la fe le presentamos nuestras necesidades a Aquel cuyo conocimiento es infinito, a quien nada se le oculta y quien gobierna todas las cosas por su voluntad y palabra, él puede y quiere atender nuestro clamor y hacer resplandecer su luz en nuestro corazón. Por la oración sincera nos ponemos en comunicación con la mente del Infinito. Quizá no tengamos al instante ninguna prueba notable de que el rostro de nuestro Redentor está inclinado hacia nosotros con compasión y amor; sin embargo, es así. No podemos sentir su toque manifiesto, más su mano nos sustenta con amor y piadosa ternura” (LA ORACIÓN, P. 126).
ORACIÓN:
DIOS TODOPODEROSO, DEPOSITAMOS NUESTROS PROBLEMAS, LUCHAS Y PECADOS ANTE TU PRESENCIA, PORQUE NECESITAMOS DE TU MISERICORDIA. RECONFORTA NUESTRO SER Y SUSTÉNTANOS, POR JESÚS, AMÉN.