
DESAFÍO: COMPARTAMOS LO QUE TENEMOS CON LOS MÁS NECESITADOS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“Dichoso el que piensa en el pobre; el Señor lo librará en el día de la desgracia”. SALMO 41:9
COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 41
Hace algunos años escuché un consejo sabio: “El Señor te bendice en forma tan abundante para que tengas más de lo que necesitas, y para que puedas compartir con los más pobres que tú… no cortes el manantial de bendiciones”. No somos islas, estamos en este mundo para compartir.
Cuando Dios estableció al pueblo de Israel en la tierra prometida, les dio normas específicas para que se atendiera a los pobres:
1) No debían cosechar hasta los extremos del terreno sembrado, las orillas eran para los pobres;
2) En la vendimia, no se debía retroceder para arrancar un racimo de uvas, eso les correspondía a los pobres;
3) Si una gavilla de grano se caía de la carretilla o carreta, no debían recogerlas, era para el sustento de los pobres;
4) Al séptimo año, los esclavos judíos debían ser liberado, e incluso se les debía dar regalos por los años trabajados;
5) El año de jubileo, que era cada cincuenta años, las tierras volvían a los dueños originales.
Cristo dejó el desafío: “A los pobres siempre los tendréis entre vosotros”. Dios permite que haya pobres, para que aquellos que tienen más que los necesitados, podamos compartir una porción de comida, una prenda de vestir, un libro o texto, prestar la computadora, trasladar en nuestro carro a alguien que necesite movilidad; compartir nuestros conocimientos o experiencia profesional. SEAMOS CREATIVOS PARA COMPARTIR.
CITA SELECTA
“¿No hay a vuestro alrededor pobres y dolientes que necesitan ropas abrigadas, alimento mejor, y sobre todo lo demás, lo que será más apreciado: simpatía y amor? ¿Qué habéis hecho por las viudas, los angustiados, que os piden ayuda para educar y preparar a los hijos o nietos? ¿Cómo habéis tratado estos casos? ¿Habéis procurado ayudar a los huérfanos? Cuando padres o abuelos ansiosos y preocupados os han pedido, y hasta os han rogado que consideréis sus casos, ¿los habéis rechazado con negativas insensibles e indiferentes? Si ha sido así, que el Señor se compadezca de vuestro futuro; porque, “con la medida con que medís, os será medido” (CONSEJOS SOBRE MAYORDOMÍA CRISTIANA, P. 51).
OREMOS:
PADRE DE AMOR, GRACIAS POR DARNOS BENDICIONES EN ABUNDANCIA. QUE PODAMOS COMPARTIR ESTAS BENDICIONES CON LOS POBRES DE TU IGLESIA Y DE LA COMUNIDAD. ERRADICA EL EGOÍSMO, PARA QUE PODAMOS COMPARTIR TODO LO QUE NOS OTORGAS. POR JESÚS, AMÉN.