NO CAIGAMOS EN LA TENTACIÓN DE DESCONFIAR EN DIOS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“En Jehová he confiado. ¿Cómo, pues, se atreven a decirme?: Huye al monte, como las aves”.
SALMO 11:1
COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 11
La historia de la vida de David ofrece muchas ocasiones cuando este salmo pude haber sido compuesto. David se enfrentó con la tentación de huir por seguridad porque estaba rodeado de gente que quería destruirlo. Sus amigos con miedo se alarmaron por su seguridad y le recomendaron que huya a la montaña donde tenía un escondite, para así ocultarse de la ira de Saúl. David, rechazó la idea de huir, y depositó su confianza en Dios. Tales consejos pueden venir de amigos bien intencionados o de opositores que desean hacer caer al siervo de Dios, por eso le aconsejaron que “huya a monte, como las aves”.
Cuántas veces nos desalentamos en la batalla espiritual y nos sentimos tentados a seguir los consejos de esta sugerencia equivocada. Algunos nos pueden aconsejar que huyamos al monte para escondernos, o que nos refugiemos en el templo por temor, como le sugirieron en el caso de Nehemías. David se fortaleció al tener una confianza absoluta en Dios. No debemos añadir a las cargas de hoy las perplejidades del mañana. Basta al día su afán. Dios nos da fortaleza para cada día.
CITA SELECTA
“¿No podemos apoyarnos en Dios, aunque lo que nos rodee sea siempre tan desagradable y desalentador? “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, y que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 8:31-39. (TESTIMONIOS PARA LA IGLESIA, TOMO 2, P.458)
OREMOS:
PADRE. MUCHAS VECES NOS ASALTAN LAS DUDAS QUE ESTÁS A NUESTRO LADO, PORQUE SENTIMOS QUE ESTAMOS RODEADOS DE PERSONAS QUE QUIEREN DAÑARNOS. TE PEDIMOS QUE AUMENTES NUESTRA CONFIANZA PARA DECIR: “EN JEHOVÁ HE CONFIADO”. POR JESÚS, AMÉN.