
EXPERIMENTEMOS LAS BENDICIONES DE DIOS POR ENCIMA DEL DOLOR
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos” (Vers. 14, 15).
COMENTARIO HISTÓRICO – RUT CAPÍTULO 4
Como le había prometido a Rut, Booz desde muy temprano se dio a la tarea de buscar a ese pariente: se sentó en la puerta de la ciudad, lugar por donde salían todos los habitantes de Belén para realizar sus trabajos agrícolas y ganaderos, para pedirle al pariente más cercano que pueda comprar las tierras de Elimelec y así redimir a la familia. El “pariente” aceptó comprar las tierras, pero cuando se le informó que debía tomar a Rut como esposa, le indicó a Booz que le cedía su privilegio y se quitó la sandalia.
La ley deuteronómica indicaba que cuando un hermano no quería casarse con su cuñada que había quedado viuda sin hijos, la cuñada le quitaba la sandalia y le escupía el rostro, a partir de ese momento, su casa sería identificado como la “casa del descalzo”. Como en este caso no era el cuñado de Rut, sino el familiar cercano, él le entregó su sandalia a Booz. Cumpliendo su promesa, Booz se casó con Rut. Dios abrió la matriz de Rut para que pueda quedar embarazada, ya que con Malión no había tenido hijos. La tristeza de Noemí por la muerte de su esposo y de sus dos hijos, fue reemplazado por la felicidad del nacimiento de su nieto Obed. Samuel concluye este corto libro de Rut, señalando a Obed como abuelo del rey David.
CITA SELECTA – MENSAJES SELECTOS, TOMO 2, PÁG.306
“Cuando nos rodean las dificultades y las pruebas, deberíamos acudir a Dios y esperar confiadamente en Aquel que es poderoso para salvar y fuerte para librar. Debemos pedir la bendición de Dios si es que queremos recibirla. La oración es un deber y una necesidad; ¿pero no descuidamos la alabanza? ¿No deberíamos agradecer más a menudo al Dador de todas nuestras bendiciones? Necesitamos cultivar la gratitud. Deberíamos contemplar frecuentemente y volver a contar las mercedes de Dios, y alabar y glorificar su santo nombre, aun cuando experimentemos dolor y aflicción”.
ORACIÓN
PADRE ETERNO, LA HISTORIA DE NOEMÍ Y DE RUT NOS HA ENSEÑADO QUE LAS AFLICCIONES NO NOS DEBEN LLEVAR A ABANDONAR NUESTRA FE. SINO A SEGUIR CONFIANDO EN TU GRAN PODER. POR JESÚS, AMÉN.