Ministerio Dejar y Llevar abre puertas a la comunidad en Indonesia

Escuchar el Post
Tiempo de lectura: 2 minutos

La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Wenang, en la ciudad de Manado, Indonesia, ha encontrado los ingredientes adecuados para comenzar un ministerio nuevo y emocionante. Lo llaman Dejar y Llevar. Los ingredientes son: ubicación, circunstancia, y los propios miembros de iglesia.

La iglesia de Wenang se encuentra cerca de un centro de transporte público, donde las personas van y vienen. La pandemia hizo que muchas personas perdieran sus trabajos e incluso la capacidad de proveer para ellos mismos una comida decente cada día. Los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Wenang propusieron alcanzar a la comunidad al proporcionar packs de almuerzos gratis cada viernes. Visitan la iglesia para dejar alimentos que quieren compartir, y la iglesia se encarga de que esos alimentos estén disponibles al público.

Entre 70 y 80 personas, principalmente conductores de transportes públicos, pasajeros y dueños de tiendas, se dirigen a la iglesia cada viernes para recibir comida gratis. Se espera que el número crezca a medida que se corra la voz sobre las comidas gratis.

“Las personas comenzaron a reconocer a nuestra iglesia en el vecindario. Algunas personas que no conocían la existencia de la iglesia tuvieron curiosidad e interés”, dijo Peter Tappy, líder de la iglesia de Wenang. “La iglesia no es solo un edificio, sino también personas que hacen algo bueno y están motivados por la compasión hacia el prójimo”, añadió Tappy.

La idea de Dejar y Llevar no es solamente proporcionar comida, sino también dar un rayo de luz a todos los que vienen a recibir su comida gratis. El objetivo es compartir felicidad y positividad con la comunidad en cada pack que se reparte.

“Oro para motivar siempre a nuestros miembros de iglesia a hacer algo. No es suficiente con asistir a la iglesia. Debemos hacer algo”, enfatiza Alvianus Saleppang, el pastor de la iglesia de Wenang. “Debemos alcanzar a la comunidad necesitada y sufriente. No podemos alimentar a todos en la ciudad de Manado, pero podemos alimentar a algunas personas ese día y darles un poco de sabor a felicidad en este mundo de pecado”, dijo.

La versión original de esta historia fue publicada en el sitio de noticias de la División Sudasiática del Pacífico.

Loading

Más por Explorar

¿Quieres Saber más de nosotros?

ÚNETE A LA FAMILIA