
Mientras más aprendamos respecto a los primeros tiempos de la iglesia cristiana y veamos la sutileza con que obró Satanás para debilitar y destruir, mejor preparados estaremos para resistir sus tretas y hacer frente a los peligros que se aproximan. Estamos en el tiempo cuando prevalecerán tribulaciones tales como el mundo nunca ha presenciado. «¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran furor, sabiendo que tiene poco tiempo» (Apocalipsis 12:12); pero Dios ha establecido límites que Satanás no puede traspasar. La barrera que se le ha impuesto es nuestra santísima fe; y si nos edificamos en la fe, estaremos seguros bajo el amparo del Poderoso. «Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que está para venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra» Apocalipsis 3: 10 ( Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 277).
Lo experimentado en lo pasado se repetirá. En lo porvenir las supersticiones satánicas cobrarán formas nuevas. El error será presentado de un modo agradable y halagüeño. Falsas teorías, revestidas de luz, serán presentadas al pueblo de Dios. Así procurará Satanás engañar a los mismos escogidos, si fuere posible. Se ejercerán influencias extremadamente seductoras; se hipnotizarán las mentes.
Para cautivarlas, se introducirán todas las formas de corrupción similares a las que existieron entre los antediluvianos. La exaltación de la naturaleza como Dios, la desenfrenada licencia de la voluntad humana, los consejos de los impíos, son instrumentos de Satanás para alcanzar ciertos fines. Se valdrá del poder de la mente sobre la mente para ejecutar sus planes (Testimonios para la iglesia, t. 8, pp. 308, 309).
Cristo fue tentado en todo, en la misma forma como el hombre es tentado, pero en ningún momento lanzó una temible acusación contra el tentador. A cada tentación opuso la palabra del Señor. «Escrito está» fue el arma infalible que usó. Como representantes de Cristo debemos enfrentar los ataques del enemigo con la palabra del Dios viviente. Nunca debiéramos permitimos seguir la senda de la serpiente al usar sus argumentos aparentemente científicos. Satanás no puede obtener ventaja del hijo de Dios que confía en la palabra de Dios como su defensa.
Nuestro Consejero impresionó profundamente nuestra mente con la idea de que el pueblo de Dios que observa los mandamientos debe ser santificado por la verdad, y esa verdad debe recibir siempre el lugar más destacado. No debemos olvidar que Satanás todavía vive para ejercer su poder engañador por medio de la falsa ciencia.
Cristo fue la Majestad del cielo, el Príncipe de vida; sin embargo se humilló como hombre y se sometió a todas las leyes de Dios. Recorrió el terreno que cada cristiano debe recorrer, y salió de su prueba puro y sin mancha de pecado. Fue nuestro ejemplo en todas las cosas ( Testimonios para la iglesia, t. 8, pp. 56, 57).
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Notas de Ellen G. White para la Escuela Sabática 2022.
4to. Trimestre 2022 «¿QUÉ ES EL HOMBRE? “LA VIDA ETERNA: LA MUERTE Y LA ESPERANZA FUTURA”»
Lección 11: «LOS ENGAÑOS DEL TIEMPO FINAL»
Colaboradores: Wilber Valero & Esther Jiménez