
RECONOCER QUE EL ÉXITO Y LAS VICTORIAS QUE LOGRAMOS, ES POR EL PODER DE DIOS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“El Señor le dijo a Gedeón: Tienes demasiada gente para que yo entregue a Madián en sus manos. A fin de que Israel no vaya a jactarse contra mí y diga que su propia fortaleza lo ha librado” (Ver. 2).
COMENTARIO HISTÓRICO – JUECES CAPÍTULO 7
El relato bíblico dice que treinta mil hombres se alistaron para la guerra, por lo que Dios le declara a Gedeón que número era muy alto, por lo que le pide que proclame las palabras que había escrito Moisés: “¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la estrene. ¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la disfrute. ¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la tome. Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo”. Deut 20:6-9.
Veintidós mil hombres retornaron a sus casas, quedando diez mil soldados. Volvió a decirle Dios, que aún eran muchos, por lo que debía llevarlos a beber agua. Al final, la fuerza de combate de Gedeón fue reducida a 300 soldados, quienes bebieron agua con sus manos. La victoria contra los madianitas fue el resultado del poder de Dios unido al esfuerzo humano. Con un pequeño ejército, se destruyó a un ejército tan numeroso como la “arena del mar” compuesto por madianitas, amalecitas, y habitantes provenientes del oriente.
CITA SELECTA – PATRIARCAS Y PROFETAS, PÁG.534
“Por indicación divina, le fue sugerido un plan de ataque y lo puso inmediatamente en ejecución. Los trescientos hombres fueron divididos en tres compañías. A cada hombre se le dio una trompeta y una antorcha escondida en un cántaro de barro. Los hombres se distribuyeron en tal forma que llegaran al campamento madianita de distintas direcciones. En medio de la noche, al toque del cuerno de guerra de Gedeón, las tres compañías tocaron sus trompetas; y luego, rompiendo sus cántaros, sacaron a relucir las antorchas encendidas y se precipitaron contra el enemigo lanzando el terrible grito de guerra: “¡La espada de Jehová y de Gedeón!”
ORACIÓN
PADRE ETERNO, RECONOCEMOS QUE PARA QUE OBTENGAMOS VICTORIAS, NO NECESITAMOS UN EJÉRCITO, NI TENER UNA MENTE BRILLANTE. NOS SOMETEMOS A TUS PLANES PARA QUE NOS USES EN TU OBRA. POR JESÚS, AMÉN.