
OBEDECER LA LEY DE DIOS SE REPLICAN EN BENDICIONES
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Jehová dijo a Josué: No temas ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra” (Ver. 1).
COMENTARIO HISTÓRICO – CAPÍTULO 8 DE JOSUÉ
Cuando Israel quedó limpio del pecado de Acán, Dios volvió a dirigir la conquista de Canaán. Le dio a Josué estrategias para la toma de la ciudad de Hai: se pondría emboscada atrás de la ciudad, el pueblo se acercaría, fingiría estar derrotados como la primera vez y escaparían para alejarlos de la ciudad. Luego, a la señal del fuego, surgirían los hombres que estaban en la emboscada, el pueblo se daría la vuelta para atacar e incendiar la ciudad. Esta maniobra militar, de engañar al enemigo fingiendo que está derrotado, se volvió a usar en la guerra que las tribus de Israel emplearon contra los benjamitas. De la misma manera, el siglo pasado en la guerra de los seis días que libro Israel contra la colación árabe, los generales judíos la emplearon para vencer a los sirios. Después de estas dos grandes victorias, Josué dirige al pueblo hacia el monte Ebal, para renovar el pacto y agradecer a Dios por sus cuidados. Levanta un altar de piedras sin labrar para ofrecer sacrificios de paz; escriben en piedras toda la Torah, y lee para que todo el pueblo recuerde las leyes dadas por Dios. Josué cumplió todos los encargos que le dieron Moisés antes de su muerte.
CITA SELECTA – PATRIARCAS Y PROFETAS, PÁG.476
“Antes de tomar posesión de su herencia, debían renovar su pacto de lealtad con Dios. En las últimas instrucciones dadas a Moisés, se ordenó dos veces que se realizara una convocación de todas las tribus en los montes de Ebal y Gerizim para reconocer solemnemente la ley de Dios… El sitio designado para este solemne servicio les era ya sagrado por su relación con la historia de sus padres. Allí había levantado Abraham su primer altar a Jehová en la tierra de Canaán. Allí habían establecido sus tiendas tanto Abraham como Jacob. Allí había comprado este último el campo en el cual las tribus habían de dar sepultura al cuerpo de José. Allí también estaba el pozo que Jacob había cavado, y la encina bajo la cual este había enterrado los ídolos de su casa. El punto escogido era uno de los más bellos de Palestina, y muy digno de ser el lugar donde se había de representar esta escena grandiosa e imponente.
ORACIÓN
DIOS ETERNO, TE PEDIMOS QUE NOS LIMPIES DE TODO PECADO PARA RECIBIR TUS BENDICIONES. RENOVAMOS EL PACTO DE FIDELIDAD A TUS MANDAMIENTOS Y QUE NOS DES TU GRACIA PARA DISFRUTAR DE TU SALVACIÓN. POR JESÚS, AMÉN.