
OBEDECER LOS MANDATOS DIVINOS PARA NO CAER EN APOSTASÍA
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Los efraimitas no expulsaron a los cananeos que vivían en Guézer; les permitieron vivir entre ellos, como sucede hasta el día de hoy, pero los sometieron a trabajos forzados”. (Ver. 10).
COMENTARIO HISTÓRICO – CAPÍTULO 16 DE JOSUÉ
En este capítulo se menciona la distribución de los territorios que les correspondió a las tribus de Efraín y Manasés. Aunque José fue uno de los doce hijos de Jacob, no había una tribu que llevara su nombre, porque Jacob le dijo a José que Efraín y Manases sería considerados como sus hijos. El territorio más grande y la mayor influencia en la mitad norte de Israel pertenecían a Efraín y a Manasés. Es necesario resaltar que en estos últimos capítulos que hemos estudiado, no se menciona ningún acto de rebelión o protesta, el pueblo después de caminar cuarenta años por el desierto, ahora estaban disfrutando de las bendiciones de la tierra prometida. Sin embargo, en el versículo diez se indica que los efraimitas desobedecieron la orden de Dios, porque no destruyeron a los cananeos que estaban en su territorio, sino que los esclavizaron con el objetivo de conseguir mano de obra barata. Con el transcurso de los años, los israelitas se casaron con las mujeres cananeas y la apostasía se extendió por todo el territorio de la tierra prometida. Además, estos matrimonios mixtos condujeron a los israelitas a adorar a los dioses del panteón cananeo: El, Baal, Ashera y Astarté.
CITA SELECTA – THE REVIEW AND HERALD, 27 MAYO 1884
.- “La verdadera religión no es otra cosa que conformidad con la voluntad de Dios, y la obediencia a todas las cosas que él ha ordenado; y en cambio, nos da una vida espiritual, nos atribuye la justicia de Cristo, y promueve el ejercicio saludable y feliz de las mejores facultades de la mente y del corazón. Riquezas infinitas, la gloria y la bendición de la vida eterna, es lo que se nos otorga a cambio de condiciones tan sencillas como es la de traer la dádiva preciosa al alcance de los más pobres y más pecadores. Solamente tenemos que obedecer y creer. Y sus mandamientos no son penosos; la obediencia a sus requerimientos es esencial para nuestra felicidad aun en esta vida”.
ORACIÓN
DIOS NUESTRO Y PADRE DE AMOR. LOS EFRAIMITAS SUFRIERON LAS CONSECUENCIAS PORQUE NO OBEDECIERON LAS INSTRUCCIONES DADAS POR DIOS. TE PEDIMOS QUE NOS OTORGUES TU SANTO ESPÍRITU PARA OBEDECER LOS MANDAMIENTOS PARA NO CAER EN LA DESOBEDIENCIA. POR JESÚS, AMÉN.