JOSUÉ 11 – 30 JULIO 2022

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PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS, RECORDEMOS QUE DIOS TIENE LA ESTRATEGIA APROPIADA


VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

“Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego” (Ver. 6). 


COMENTARIO HISTÓRICO – CAPÍTULO 11 DE JOSUÉ

Después de haber derrotado a los reyes del centro y del sur de Canaán con la dirección divina, volvieron a Gilgal agradecidos a Dios por los milagros que había realizado en su favor.  Jabín rey de Hazor, era el gobernante más importante de la región norte de Canaán, porque su territorio controlaba la ruta de comercio entre Egipto y Mesopotamia. Jabín, conformó una coalición con los reyes amorreos, heteos, ferezeos, jebuseos y heveos para hacer frente al ejército israelita. Este gran ejército tenía carros, caballos y una maquinaria de guerra sofisticada. El ejército israelita no había tenido este tipo de batalla contra un gran ejército, ni con carros herrados, pero Dios les dijo que no debían tener temor, porque por su poder los podrían vencer. Les dio nuevas tácticas de guerra a Josué para poder vencer a esta confederación: En primer lugar, debían atacar a los carros, para que el ejército huya a pie, de esta manera los israelitas podrían perseguirlos; en segundo lugar, no debían detenerse en las ciudades, sino perseguirlos hasta destruirlos; por último, no debían quedarse con ningún tipo de armas, debían quemar los carros, para no caer en la tentación de confiar en la fuerza humana, en lugar de depender de Dios. 

CITA SELECTA – PATRIARCAS Y PROFETAS, PÁG.488

“Cerca del lago Merom, Josué cayó sobre el campamento de los aliados, y derrotó totalmente sus fuerzas. “Jehová los entregó en manos de Israel, que los hirió y los persiguió […]. Los hirió hasta no dejar ninguno con vida”. Los israelitas no debían apropiarse de los carros y caballos que habían constituido el orgullo y la vanagloria de los cananeos. Por orden divina, los carros fueron quemados, y los caballos desjarretados e inutilizados para la batalla. Los israelitas no debían de depositar su confianza en carros o caballos, sino en el nombre de Jehová su Dios. Una a una fue conquistadas las ciudades y Hasor, la gran fortaleza de la confederación fue quemada. La guerra continuó durante varios años, pero cuando terminó Josué se había adueñado de Canaán. “Y la tierra descansó de guerra”.

ORACIÓN

PADRE ETERNO, LA LECTURA DE TU PALABRA NOS AUMENTA LA FE, PORQUE ERES EL DIOS QUE RESUELVE LO IMPOSIBLE. INTERCEDEMOS POR TODOS LOS HERMANOS Y HERMANAS QUE TIENEN DIFICULTADES. POR JESÚS, AMÉN. 

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