TRES LECCIONES BÍBLICAS QUE DEBEMOS PRACTICAR
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “Enséñame lo que no alcanzo a percibir; si he cometido algo malo, no volveré a hacerlo”
JOB 34:32
COMENTARIO HISTÓRICO
En su segundo discurso, Eliú pide que se le enseñe lo que no alcanza a descubrir, por esa razón, para nuestro beneficio, repasaremos tres enseñanzas bíblicas que debemos aprender y practicar:
1) Amar a Dios y al prójimo.- “–Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? — Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente –le respondió Jesús–. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mat 22:36-39). Este mandato es la base y el resumen de la enseñanza ética de Cristo en sus dos aspectos: amor a Dios, y al prójimo: El amor es el reconocimiento de la existencia y de los derechos del amado. El amor tiene en cuenta el bien del amado en cualquier decisión en cuanto a la conducta. Las dos partes del mandamiento se encuentran ya en la ley mosaica;
2) Practicar la regla de oro. “Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mat. 7:12). La regla de oro toma el egoísmo supremo, lo que querríamos que otros hicieran por nosotros, y lo transforma en suprema abnegación, lo que hemos de hacer en favor de otros;
3) Amar a los enemigos. “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mat 5:44). No solo hay que amar a Dios y al prójimo, Hay que amar a los enemigos. Este mandato es contra naturaleza, porque no nos nace este amor por los enemigos, este amor tiene su origen en Dios. También hay que bendecirlos. Hacerles el bien y orar por ellos.
CITA SELECTA
“Los primeros cuatro mandamientos del Decálogo están resumidos en el primer gran precepto: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón.” Los últimos seis están incluidos en el otro: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Estos dos mandamientos son la expresión del principio del amor. No se puede guardar el primero y violar el segundo, ni se puede guardar el segundo mientras se viola el primero. Cuando Dios ocupe en el trono del corazón su lugar legítimo, nuestro prójimo recibirá el lugar que le corresponde. Le amaremos como a nosotros mismos”. (DTG 559).
ORACIÓN
DIOS, TE PEDIMOS QUE NOS OTORGUES SABIDURÍA PARA PONER EN PRÁCTICA ESTAS TRES ENSEÑANZAS. PARA AMARTE MÁS, AMAR A NUESTRO PRÓJIMO, INCLUSO A LOS ENEMIGOS, Y PRACTICAR LA REGLA DE ORO. POR JESÚS, AMÉN.