
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Dar la honra a los padres es una enseñanza e instrucción para los hijos que primeramente quieren honrar a Dios.
En el texto, la palabra Honra es כָּבַד kabád. Según el diccionario Strong se puede determinar con las siguientes características. Sentir peso. En sentido malo (cargoso, severo, obtuso), en sentido bueno (numeroso, rico, honorable); causativo hacer más pesado (en los mismos dos sentidos):
abrumar, acumular, agravar, arreciar, causar, cegar, dar, distinguido, endurecer, estimar, fuerza, gloria, gloriarse, glorificar, glorioso, grave, gravoso, honor, honorable, honra, honrado, honrar, ilustre, insigne, jactarse, molestia, multiplicar, noble, pesado, pesar, renombrado, riquísimo, tapar, vejez, venerar.
Ejemplos de dónde se encuentra la palabra כָּבַד kabád en otros textos bíblicos.
Éxo 14:4 Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así.
Deu 5:16 Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
1Sa 2:29,30 ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.
1Sa 15:30 Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios.
Sal 22:23 Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob, Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
Sal 50:15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.
Sal 86:9 Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, Y glorificarán tu nombre.
Sal 86:12 Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre.
Pro 3:9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos;
Pro 4:7, 8 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
Pro 13:18 Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra.
Isa 29:13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
Isa 43:4 Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.
Isa 58:13 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.
Hag 1:8 Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.
Algunas citas de EGW que nos hablan de honrar a padre y madre.
“Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”. Y los niños, a medida que crecen en edad, han de apreciar el cuidado que les dan sus padres. Deben encontrar su mayor placer en ayudarles. Manuscrito 129, 1903. {CN 111.1}
Concédete suficiente tiempo para observarla en todo aspecto, y entonces no confíes en tu propio juicio, sino permite que tu madre que te ama, tu padre, y tus amigos íntimos, hagan los comentarios críticos de aquella a quien te sientes inclinado a preferir. No confíes en tu propio juicio, y no te cases con alguien que sientes que no será una honra para tu padre y tu madre, sino con alguien que tiene inteligencia y dignidad moral. {CJE 36.6}
En estos postreros días, los hijos se distinguen tanto por su desobediencia y falta de respeto, que Dios lo ha notado especialmente. Ello constituye una señal de que el fin se acerca y demuestra que Satanás ejerce un dominio casi completo sobre la mente de los jóvenes. Muchos no respetan ya las canas. {HC 265.4}
Los hijos que deshonran y desobedecen a sus padres, y desprecian sus consejos e instrucciones, no pueden tener parte en la tierra renovada y purificada. Esta no será para el hijo o la hija que hayan sido rebeldes, desobedientes e ingratos. A menos que los tales aprendan a obedecer y someterse aquí, nunca lo aprenderán; la paz de los redimidos no será turbada por hijos desobedientes, revoltosos e insumisos. Nadie que viole los mandamientos puede heredar el reino de los cielos. {HC 266.2}
“Honra a tu padre y a tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.” Este es el primer mandamiento con promesa. Está en vigencia para los niños y los jóvenes, para los adultos y los ancianos. No hay época en la vida en que los hijos estén excusados de honrar a sus padres. Esta solemne obligación rige para cada hijo e hija y es una de las condiciones impuestas para que se prolongue su vida en la tierra que el Señor dará a los fieles. Este no es un asunto indigno de atención, sino que es de vital importancia. La promesa se hace a condición de que se obedezca. {HC 264.3}
Este quinto mandamiento sostiene que se debe a los padres mayor grado de amor y respeto que a ninguna otra persona. Dios mismo, que les impuso la responsabilidad de guiar las almas puestas bajo su cuidado, ordenó que durante los primeros años de la vida, los padres estén en lugar de Dios respecto a sus hijos. El que desecha la legítima autoridad de sus padres, desecha la autoridad de Dios. El quinto mandamiento no solamente requiere que los hijos sean respetuosos, sumisos y obedientes a sus padres, sino que también los amen y sean tiernos con ellos, que alivien sus cuidados, que escuden su reputación, y que los ayuden y consuelen en su vejez. También encarga que sean considerados con los ministros y gobernantes, y con todos aquellos en quienes Dios ha delegado autoridad. {PP 280.2}