Se considera estrés al mecanismo que se pone en marcha cuando una persona se ve envuelta por un exceso de situaciones que superan sus recursos. Por lo tanto, se ven superados para tratar de cumplir con las demandas que se le exigen para superarlas. En estos casos, el individuo experimenta una sobrecarga que puede influir en el bienestar tanto físico como psicológico y personal.
Las causas que pueden ocasionar el estrés son muchas, pero el estrés no tiene por qué ser malo, también hay estrés positivo. En estas circunstancias el estrés actúa como un proceso general de adaptación de los individuos al medio. Por ejemplo:
- El estrés puede aparecer cuando alguien tiene frío tensando los músculos para producir calor, cuando se produce un esfuerzo para hacer la digestión o cuando alguien se duerme menos para estudiar.
El estrés es imprescindible para la vida. En la actualidad las adversidades son muy diferentes y las situaciones cotidianas o laborales nos llevan a activar ese mecanismo de estrés sin necesidad de que nuestra vida corra peligro.
Según Víctor Pérez Solá, director del Servicio de Salud Mental del Hospital del Mar, en Barcelona, e investigador del Cibersam, “Intrínsecamente no es malo. Si, por ejemplo, una persona tiene que presentarse a un examen y no tiene ese nivel de alerta o de estrés, su rendimiento bajará. En el otro extremo, si el nivel de estrés y alerta es más alto del que se tolera, la persona se bloqueará”.
Así pues, un poco de estrés “saludable” permite a la persona rendir mejor y ser más resolutiva.
¿Cómo se clasifica el estrés?
- Estrés agudo
- El estrés agudo es la forma de estrés más común.
- Surge de las exigencias y presiones del pasado reciente y las exigencias y presiones anticipadas del futuro cercano.
- El estrés agudo es emocionante y fascinante en pequeñas dosis, pero cuando es demasiado resulta agotador.
Los síntomas más comunes son:
- Agonía emocional: una combinación de enojo o irritabilidad, ansiedad y depresión, las tres emociones del estrés.
- Problemas musculares que incluyen dolores de cabeza tensos, dolor de espalda, dolor en la mandíbula y las tensiones musculares que derivan en desgarro muscular y problemas en tendones y ligamentos;
- Problemas estomacales e intestinales como acidez, flatulencia, diarrea, estreñimiento y síndrome de intestino irritable;
- Sobreexcitación pasajera que deriva en elevación de la presión sanguínea, ritmo cardíaco acelerado, transpiración de las palmas de las manos, palpitaciones, mareos, migrañas, manos o pies fríos, dificultad para respirar, y dolor en el pecho.
Estrés agudo episódico
- Por otra parte, están aquellas personas que tienen estrés agudo con frecuencia, cuyas vidas son tan desordenadas que son estudios de caos y crisis.
- Siempre están apuradas, pero siempre llegan tarde.
- Asumen muchas responsabilidades, tienen demasiadas cosas entre manos y no pueden organizar la cantidad de exigencias autoimpuestas ni las presiones que reclaman su atención.
- Parecen estar perpetuamente en las garras del estrés agudo.
Es común que las personas con reacciones de estrés agudo estén demasiado agitadas, tengan mal carácter, sean irritables, ansiosas y estén tensas. Suelen describirse como personas con «mucha energía nerviosa». Siempre apuradas, tienden a ser cortantes y a veces su irritabilidad se transmite como hostilidad. Las relaciones interpersonales se deterioran con rapidez cuando otros responden con hostilidad real. El trabajo se vuelve un lugar muy estresante para ellas.
Estrés crónico
- Si bien el estrés agudo puede ser emocionante y fascinante, el estrés crónico no lo es.
- Este es el estrés agotador que desgasta a las personas día tras día, año tras año.
- El estrés crónico destruye al cuerpo, la mente y la vida. Hace estragos mediante el desgaste a largo plazo.
- Es el estrés de la pobreza, las familias disfuncionales, de verse atrapados en un matrimonio infeliz o en un empleo o carrera que se detesta.
- El estrés crónico surge cuando una persona nunca ve una salida a una situación deprimente.
- Es el estrés de las exigencias y presiones implacables durante períodos aparentemente interminables. Sin esperanzas, la persona abandona la búsqueda de soluciones.
- Algunos tipos de estrés crónico provienen de experiencias traumáticas de la niñez que se interiorizaron y se mantienen dolorosas y presentes constantemente. Algunas experiencias afectan profundamente la personalidad.
¿Posibles causas del estrés?
El estrés es muy variado en cada persona, pero hay ciertas cosas en común:
- Por tanto, el estrés sirve como estímulo frente a situaciones importantes para la persona afectada, como puede ser la pérdida de un ser querido, la quiebra económica o frente a una boda.
- También puede servir como mecanismo de respuesta, según la Sociedad Española para el Estudio del Estrés y la Ansiedad (SEAS), el estrés se manifiesta en una primera fase de activación o preparación de la persona frente a este estímulo; después hay un periodo de mantenimiento del estado de alta actividad
- Por último, cuando se ha superado la situación, se pasa a una fase de agotamiento en la que la alta actividad cae bruscamente.
Posibles Síntomas
El estrés puede causar muchos síntomas, tanto físicos, como psicológicos y emocionales. Muchas veces los afectados no relacionan los signos con el propio estrés, los más frecuentes son:
- Dolor de cabeza
- Es el tipo más frecuente, todo el mundo ha tenido dolor de cabeza alguna vez.
- El más común es el dolor de cabeza tensional (provocado por la tensión muscular que ejercemos sobre la cabeza, la mandíbula y el cuello entre otros), generado por el estrés o la ansiedad de forma habitual.
- Mala memoria.
- Diarrea (exceso de heces acuosas y blandas)
- Estreñimiento o dificultad para eliminar heces.
- Falta de energía o de concentración
- Las personas se centran tanto en un tema, que le cuesta prestar atención al resto de cosas, perdiendo de ese modo parte de la concentración.
¿Cómo se previene?
- El estrés es necesario para superar las situaciones que demandan más esfuerzo y activación: lo que es necesario prevenir es el exceso de este.
- Es beneficioso saber detectar este estrés y ver si se repite de forma innecesaria para poder frenarlo y evitar poner en riesgo la salud y el bienestar.
- A menudo la gente se topa con situaciones que requieren una mayor inversión de energía para poder resolverlas con éxito, pero no hay que sobrepasar el límite gastando fuerzas de forma innecesaria.
- Muchas veces lo que hay que hacer es pararse y analizar el problema desde otra perspectiva y tomar otros caminos, si es necesario.
- Además, ayuda tener una mayor confianza en uno mismo y las propias capacidades para poder solventar los contratiempos con el menor estrés posible.
Bibliografía
Control del estrés: MayoClinic. (26 de Febrero de 2021). Obtenido de https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress-symptoms/art-20050987
Gallardo Ponce, I. (8 de Febrero de 2021). Estrés: CuidatePlus. Obtenido de https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psicologicas/estres.html
Los distintos tipos de estrés: American Phsychological association. (2010). Obtenido de https://www.apa.org/topics/stress/tipos