¿CONOCEMOS LA MISIÓN QUE DIOS NOS HA ENCOMENDADO EN ESTA TIERRA?
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y si perezco, que perezca!”.
ESTER 4:16
COMENTARIO HISTÓRICO
Cuando Mardoqueo se enteró que se había publicado el edicto de aniquilación de los judíos el día trece del mes duodécimo, se vistió de luto, se echó cenizas sobre el cuerpo y dio gritos de angustia. Ester envió a uno de sus eunucos para conocer la razón de sus lamentos, a lo que Mardoqueo le comunicó el edicto de muerte, le pidió que asuma su responsabilidad y que cumpla la misión a la cual había sido llamada. Ester pidió a Mardoqueo que ayunaran juntamente con los ciudadanos de Susa y que ella haría lo mismo con sus empleados. Recordemos que el ayuno no tiene el propósito de cambiar a Dios, o forzar para que Él nos escuche y responda nuestras peticiones. El motivo es para “pensar menos sobre lo que comerán y beberán como alimento temporal, y mucho más en cuanto al alimento del cielo, que dará tono y vitalidad a toda la experiencia religiosa”. La frase de Ester se ha inmortalizado, porque demuestra la entereza de la fidelidad a la Misión: “Me presentaré ¡Y SI PEREZCO, QUE PEREZCA!”.
CITA SELECTA
“Las maquinaciones del enemigo fueron derrotadas por un Poder que reina sobre los hijos de los hombres. En la providencia de Dios, la joven judía Ester, quien temía al Altísimo, había sido hecha reina de los dominios medo-persas. Mardoqueo era pariente cercano de ella. En su necesidad extrema, decidió apelar a Jerjes en favor de su pueblo. Ester iba a presentarse a él como intercesora. Dijo Mardoqueo: “¿Y quién sabe si para esta hora te han hecho llegar al reino?” La crisis que arrostró Ester exigía presta y fervorosa acción; pero tanto ella como Mardoqueo se daban cuenta de que a menos que Dios obrase poderosamente en su favor, de nada valdrían sus propios esfuerzos. De manera que Ester tomó tiempo para comulgar con Dios, fuente de su fuerza. Indicó a Mardoqueo: “Ve, y ayunad por mí, yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y así entraré al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco que perezca” (PR 442).
ORACIÓN
GRACIAS, PADRE QUERIDO, PORQUE TIENES UN LUGAR PARA CUMPLIR UNA MISIÓN MIENTRAS VIVAMOS EN ESTA TIERRA. TE PEDIMOS QUE PODAMOS DISFRUTAR HACIENDO LO QUE NOS HAS ENCOMENDADO COMO TAREA. POR JESÚS, AMÉN.