RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO DE JERUSALÉN
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “Muchos de los sacerdotes, levitas y jefes de familia, que eran ya ancianos y habían conocido el primer templo, prorrumpieron en llanto cuando vieron los cimientos del nuevo templo, mientras muchos otros gritaban de alegría Y no se podía distinguir entre los gritos de alegría y las voces de llanto, pues la gente gritaba a voz en cuello, y el ruido se escuchaba desde muy lejos”
ESDRAS 3:12,13
COMENTARIO HISTÓRICO
Al retornar del exilio, la primera actividad que se realizó fue reconstruir el altar de los sacrificios. La fiesta de los Tabernáculos fue la primera fiesta que celebraron, fiesta que recordaba que durante cuarenta años habían vivido en carpas y que habían gozado del cuidado divino. Así mismo, restablecieron los servicios, los sacrificios continuos y las fiestas solemnes. El segundo mes del segundo año, comenzaron a reconstruir el templo. Cuando comenzaron con la construcción, “profirieron en llanto cuando vieron los cimientos del nuevo templo, mientras muchos otros gritaban de alegría Y no se podía distinguir entre los gritos de alegría y las voces de llanto, pues la gente gritaba a voz en cuello, y el ruido se escuchaba desde muy lejos”. Se cumplió lo que dice Santiago en su epístola: “¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas”. En toda circunstancia, alabemos a Dios, ya sea por las pruebas o por haber recibido grandes bendiciones.
CITA SELECTA
“El pueblo se dedicó a construir la casa de Dios. Hay quienes reparten, y les es añadido más: y hay quienes son escasos más de lo que es justo, más vienen a pobreza… Dios quería que sus hijos los israelitas transmitieran luz a todos los habitantes de la tierra. Al sostener su culto público, atestiguaban la existencia y la soberanía del Dios viviente. Y era privilegio de ellos sostener este culto, como una expresión franca de su lealtad y su amor hacia él. El Señor ordenó que la difusión de la luz y la verdad en la tierra dependa de los esfuerzos y las ofrendas de quienes participan del don celestial. Hubiera podido hacer a los ángeles embajadores de la verdad; hubiera podido dar a conocer su voluntad, como proclamó la ley del Sinaí, con su propia voz; pero en su amor y sabiduría infinitos llamó a los hombres para que fueran sus colaboradores, y los eligió para que hicieran su obra”
PATRIARCAS Y PROFETAS, P.568
ORACIÓN
PADRE, ASÍ COMO SE RECONSTRUYÓ EL TEMPLO EN JERUSALÉN, TE SUPLICAMOS QUE NOS AYUDES PARA SEGUIR CONSTRUYENDO TEMPLOS A TU NOMBRE. POR JESÚS, AMÉN.