
IMITAR LA VIDA Y MINISTERIO DE MOISÉS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor” (Ver. 7).
COMENTARIO HISTÓRICO – CAPÍTULO 34 DE DEUTERONOMIO
“Moisés se apartó de la congregación, y se encaminó silencioso y solitario hacia la ladera del monte para subir “al monte de Nebo, a la cumbre de Pisga”. De pie en aquella cumbre solitaria, contempló con ojos claros y penetrantes el panorama que se extendía ante él. Allá a lo lejos, al occidente, se extendían las aguas azules del Mar Grande; al norte, el Monte Hermón se destacaba contra el cielo; al este, estaba la planicie de Moab, y más allá se extendía Basán, escenario del triunfo de Israel; y muy lejos hacia el sur, se veía el desierto de sus largas peregrinaciones. Si la vida de Moisés no se hubiera manchado con aquel único pecado que cometió al no dar a Dios la gloria de sacar agua de la roca en Cades, él habría entrado en la tierra prometida y habría sido trasladado al cielo sin ver la muerte. Pero no permaneció mucho tiempo en la tumba. Cristo mismo, acompañado de los ángeles que enterraron a Moisés, descendió del cielo para llamar al santo que dormía”. (PP 449, 454 y 455).
CITA SELECTA – PATRIARCAS Y PROFETAS, PÁG. 505
“En completa soledad, Moisés repasó las vicisitudes y penurias de su vida desde que se apartó de los honores cortesanos y de su posible reinado en Egipto, para echar su suerte con el pueblo escogido de Dios. Evocó aquellos largos años que pasó en el desierto cuidando los rebaños de Jetro; la aparición del Ángel en la zarza ardiente y la invitación que se le diera de librar a Israel. Volvió a presenciar, por el recuerdo, los grandes milagros que el poder de Dios realizó en favor del pueblo escogido, y la misericordia longánime que manifestó el Señor durante los años de peregrinaje y rebelión. A pesar de todo lo que Dios había hecho en favor del pueblo, a pesar de sus propias oraciones y labores, solamente dos de todos los adultos que componían el vasto ejército que salió de Egipto, fueron hallados bastante fieles para entrar en la tierra prometida. Mientras Moisés examinaba el resultado de sus arduas labores, casi le pareció haber vivido en vano su vida de pruebas y sacrificios. No se arrepentía, sin embargo, de haber llevado tal carga. Sabía que Dios mismo le había asignado su misión y su obra”.
ORACIÓN
PADRE, TE DAMOS GRACIAS POR LA REVELACIÓN DEL LIBRO DEL DEUTERONOMIO. TE SUPLICAMOS QUE LEVANTES EN TU IGLESIA A LÍDERES QUE COMO MOISÉS, QUE SE PREOCUPEN POR DIRIGIRLA CON AMOR. POR JESÚS, AMÉN.