DESCANSAR CON LOS ANTEPASADOS

EGW octubre 12, 2022
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«Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida». 1 Juan  5:11, 12. Y Jesús dijo: «Yo le resucitaré en el día postrero». Cristo se hizo carne con nosotros, a fin de que pudiésemos ser espíritu  con él. En virtud  de esta unión hemos de salir de  la tumba, no  simplemente como  manifestación del poder  de Cristo, sino porque, por la fe, su vida ha llegado a ser nuestra. Los que ven a Cristo  en su verdadero carácter, y le reciben en el corazón,  tienen vida eterna. Por el Espíritu es como Cristo  mora  en  nosotros; y el Espíritu  de Dios, recibido  en el corazón por la fe,  es el principio de la vida etern a (EL Deseado de todas Las gentes, p. 352).

No le tocó a Eliseo seguir a su maestro en un carro de fuego. Dios permitió que le aquejase una enfermedad prolongada. Durante las largas horas de debilidad y sufrimiento  humanos,  su fe se aferró a las promesas  de Dios, y contemplaba  constantemente en derredor  suyo a los mensajeros celestiales de consuelo y paz. Así como en las alturas de Docán se había visto rodeado por las huestes del cielo, con los carros y los jinetes de fuego de Israel, estaba ahora consciente de la presencia de los ángeles que simpatizaban con él; y esto le sostenía. Durante toda su vida había ejercitado una fe fuerte; y mientras progresaba en el conocimiento de las providencias y la bondad  misericordiosa del Señor, su fe había madurado  en una confianza permanente  en su Dios; y cuando la muerte le llamó, estaba listo para entrar a descansar de sus labores… Con  el salmista, Eliseo pudo  decir con  toda confianza:  … «Yo en justicia veré su rostro:  seré saciado cuando  despertare a tu semejanza».  Salmo 17:15 (Profetasy reyes, p.  197).

La Biblia enseña a las claras que los muertos no van inmediatamente al cielo. Se les representa  como si estuvieran  durmiendo hasta el día de la resurrección.  1  Tesalonicenses 4:14; Job 14:10-12. El día mismo en que se corta el cordón  de placa y se quiebra el tazón  de oro  (Eclesiastés  12:6), perecen los pensamientos de los hombres. Los que bajan a la tumba  permanecen en el silencio. Nada  saben de lo que se hace bajo el sol. Job  14:21. ¡Descanso bendito para los exhaustos justos! Largo o corto, el tiempo  no les parecerá más que un momento. Duermen  hasta que la trompeta de Dios los despierte para  entrar  en  una  gloriosa  inmortalidad.  «Porque  sonará la trompeta, y los  muertos  resucitarán  incorruptibles  [ … ]. Porque  es necesario  que  este cuerpo  corruptible se revista de incorrupción, y que este cuerpo  mortal  se revista de inmortalidad. Y cuando este cuerpo  corruptible se haya revestido de incorrupción, y este cuerpo  mortal  se haya revestido de inmortalidad, entonces será verificado el dicho que está escrito: ¡Tragada ha sido la muerte victoriosamente!» 1 Corintios  15:52-54.

En el momento en que sean despertados de su profundo sueño, reanudarán el curso de sus pensamientos interrumpidos por la muerte. La última sensación fue la angustia de la muerte. El último pensamiento era el de que caían bajo el poder  del sepulcro. Cuando se levanten de la tumba, su primer alegre pensamiento se expresará en el hermoso  grito de triunfo: «¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónde está, oh sepulcro, tu victoria?» Vers. 55 (EL conflicto de Los siglos, pp. 537, 538).

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Notas de Ellen G. White para la Escuela Sabática 2022.
4to. Trimestre 2022 «¿QUÉ ES EL HOMBRE? “LA VIDA ETERNA: LA MUERTE Y LA ESPERANZA FUTURA”»
Lección 3: «COMPRENDAMOS LA NATURALEZA HUMANA»
Colaboradores: Wilber Valero & Esther Jiménez

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