DEL PODER DEL SEOL

EGW octubre 16, 2022
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Cristo  reclama como suyos a todos los que han creído en su nombre. El poder  vitalizador del Espíritu de Cristo que mora en el cuerpo mortal, vincula a cada alma creyente a Jesucristo. Los que creen en Jesús son sagrados para su corazón, porque su vida está oculta con Cristo en Dios. El Dador  de la vida pronunciará esta orden: «¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque  tu  rocío es cual rocío  de hortalizas,  y la tierra  dará sus muertos». Isaías 26:19.

El Dador  de la vida  llamará  a su posesión  adquirida en la primera resurrección, y hasta esa hora triunfante, cuando  resuene la trompeta final y el vasto ejército avance hacia la victoria eterna, cada santo que duerme  será mantenido en seguridad y guardado como una joya preciosa, como quien es conocido por  Dios por su nombre.  Resucitarán por  el poder  del Salvador que  moró  en ellos mientras vivieron  y porque  fueron  participantes de la naturaleza divina (Mensajes selectos,  t. 2, pp. 309, 310).

Los que  están íntimamente relacionados  con  Dios  pueden  no prosperar  en las cosas  de esta  vida;  con  frecuencia  son  afligidos  y probados. José fue vilipendiado y perseguido porque  conservó  su virtud  e integridad. David, el mensajero elegido de Dios, fue acechado  como  una fiera por  sus perversos  enemigos. Daniel  fue arrojado  al foso de los leones, porque  era firme e íntegro  en su fidelidad  a Dios. Job  fue privado  de sus posesiones mundanales, y tan afligido en su cuerpo  que le aborrecían sus parientes y amigos; sin embargo, conservó  su fidelidad e integridad a Dios …

Estos  ejemplos  de  firmeza   humana,  mediante  la fuerza  del  poder divino, son para el mundo  un testimonio de la fidelidad de las promesas de Dios,  de su permanente presencia  y de su gracia sostenedora  ( Testimonios para  la iglesia,  t. 4, p. 517).

El sacrificio hecho  en  favor del hombre  fue  infinito, más  allá de la comprensión de los más poderosos intelectos, no obstante lo cual hombres que pretenden ser participantes de estos beneficios  celestiales, que  se  les concedieron a tan alto costo, son demasiado egoístas como para hacer algún verdadero  sacrificio para Dios. Sus mentes están concentradas en el mundo, y solo en el mundo. En el Salmo 49 leemos: «Los que confían en sus bienes, y de la muchedumbre de  sus  riquezas  se jactan,  ninguno de ellos podrá en manera  alguna redimir  al hermano, ni dar a Dios su rescate (porque  la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás)». vers. 6-8. Si todos recordaran, y pudieran apreciar algo del inmenso sacrificio hecho por Cristo,  se sentirían reprendidos  por  su  temeridad  y su supremo egoísmo (Testimonios para la iglesia, t.  2, p.  178).

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Notas de Ellen G. White para la Escuela Sabática 2022.
4to. Trimestre 2022 «¿QUÉ ES EL HOMBRE? “LA VIDA ETERNA: LA MUERTE Y LA ESPERANZA FUTURA”»
Lección 4: «LA ESPERANZA DEL ANTIGUO TESTAMENTO»
Colaboradores: Wilber Valero & Esther Jiménez

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