Consejos para la Familia Cristiana

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“El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes”

Deuteronomio 31:8

En esta ocasión deseamos compartir algunos consejos importantes basados en la palabra de Dios, para lograr tener familias de éxito para la Gloria del Señor. Quisiéramos iniciar aconsejando sobre la importancia de que todo hogar cristiano debe tener reglas, estas reglas deben ser definidas por los padres y presentadas a sus hijos con amor. Al enseñarles la importancia de las reglas o normas hogareñas estaremos preparándolos a respetar y obedecer la Ley de Dios.
Como padres tenemos la necesidad de enseñarle a nuestros hijos a respetarse a si mismos, el Señor hizo a cada persona, a cada niño único y diferente y eso nos hace ser especiales.

Enseñémosles sobre la empatía, la honestidad, la piedad, muéstrale a tu hijo lo bien que uno puede sentirse al ser honesto con uno mismo y con los demás y al ponerse en el lugar de otra persona, antes de criticar o atacar. Debemos ser padres firmes y bondadosos al inculcar en nuestros hijos disciplina, así nuestros hijos responderán con obediencia voluntaria a la “Ley del amor”.
Tenemos el desafío de hacer que la vida de nuestros hijos sea tan feliz como nos sea posible, con palabras bondadosas y no solo reproches o corrección; sigamos el consejo bíblico que se encuentra en proverbios 17:22 “Un corazón alegre es la mejor medicina; un ánimo triste deprime a todo el cuerpo”.

Madre, padre de familia que lees estos consejos, muéstrales a tus hijos amor, simpatía, ternura, alegría y respeto; enseñémosles disciplina con palabras y actos firmes y cariñosos.
Creemos en ellos hábitos de aseo, limpieza y orden, bien lo dice el dicho que “Donde hay orden esta Dios”. Enseñemos con el ejemplo la importancia del trabajo, la cual es una herencia del Edén, antes de que entrara el pecado a este mundo y que junto al matrimonio el enemigo a tratado de tergiversar la realidad por la que fueron creados, la cual es para darle felicidad al ser humano. El Señor le dio a Adán una ocupación sin la cual no sería feliz. En la desocupación encontramos desdicha y un camino al mal. En proverbios 6:9-11 encontramos un llamado a no ser perezosos. Y en Ezequiel 16:49 nos dice: “He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, hartura de pan, y abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas, y no corroboró la mano del afligido y del menesteroso.”

La mayor evidencia del poder de una familia cristiana que pueda presentar al mundo es un hogar ordenado y disciplinado en amor y felicidad reflejada en cada uno de los miembros de la familia. Si lo crees y deseas que tu familia dé este testimonio al mundo, pidámosle a Dios su dirección y aferrémonos a las promesas que encontramos en su palabra, por ejemplo, filipenses 4:13 que dice “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” y Deuteronomio 31:8 “El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes”. ¡Dios te bendiga!

Jose Abarca y Laura Corrales
Ministerio de Familia IASDH 2021
Basado en el Libro El Hogar Cristiano

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