
REFLEXIONAR SOBRE EL TRISTE FINAL DEL PUEBLO DE ISRAEL DEL NORTE
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Finalmente, el Señor arrojó a Israel de su presencia, tal como lo había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Así, pues, fueron desterrados y llevados cautivos a Asiria, donde hasta el día de hoy se han quedado” (Vers. 23).
COMENTARIO HISTÓRICO
Debido a la persistente rebeldía y desobediencia de las tribus del Norte a las amonestaciones dadas por medio de sus profetas, Dios permitió que fueran deportados de la tierra prometida. Salmanasar V, rey de Asiria, sitió por tres años la capital del reino del Norte. Finalmente, el año 722 a. C. cayó la ciudad de Samaria. Oseas, el último rey fue tomado preso y deportado con todos sus súbditos. Según los anales históricos, 27,290 judíos fueron deportados a la zona del río Jabur, el gran afluente del Éufrates. El río Jabur se ubicaba a 210 km al oeste de Nínive, que era parte de Mesopotamia y Media. Los habitantes de estas tribus nunca más volvieron a la tierra prometida.
Los pecados cometidos por Israel que lo llevaron a desaparecer fueron:
1) Siguieron las mismas costumbres de las naciones cananeas;
2) Construyeron altares paganos;
3) Adoraron a Baal y a Asera;
4) Abandonaron los mandamientos de Dios;
5) Sacrificaron a sus hijos e hijas ante Moloc;
6) Practicaron la adivinación y la hechicería.
CITA SELECTA
PROFETAS Y REYES, PÁG.211
“La iniquidad de Israel durante el último medio siglo antes de la cautividad asiria, fue como los días de Noé y como toda otra época cuando los hombres rechazaron a Dios y se entregaron por completo al mal hacer. La exaltación de la naturaleza sobre el Dios de la naturaleza, la adoración de las criaturas en vez del Creador, resultaron siempre en los males más groseros. Asimismo, cuando el pueblo de Israel, en su culto de Baal y Astarte, rindió supremo homenaje a las fuerzas de la naturaleza, se separó de todo lo que es elevador y ennoblecedor y cayó fácilmente presa de la tentación. Una vez derribadas las defensas del alma, los extraviados adoradores no tuvieron barrera contra el pecado, y se entregaron a las malas pasiones del corazón humano. Contra la intensa opresión, la flagrante injusticia, el lujo y el despilfarro desmedidos, los desvergonzados banquetes y borracheras, la licencia y las orgías de su época, los profetas alzaron la voz; pero vanas fueron sus protestas, vana su denuncia del pecado”.
ORACIÓN
PADRE QUERIDO, TRANSFORMA NUESTRAS VIDAS PARA QUE NO CORRAMOS LA MISMA SUERTE DE DESTRUCCIÓN QUE SUFRIÓ ISRAEL DEL NORTE. PERMITE QUE SEAMOS SENSIBLES A TUS AMONESTACIONES. POR JESÚS, AMÉN.