IMITAR LA ORACIÓN DE SALOMÓN
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “Óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y concédele cualquier petición que te haga. Así todos los pueblos de la tierra conocerán tu nombre y, al igual que tu pueblo Israel, tendrán temor de ti y comprenderán que en este templo que he construido se invoca tu nombre”.
2 CRÓNICAS 6:33
COMENTARIO HISTÓRICO
El rey Salomón se puso de pie sobre una plataforma de bronce ubicada delante del altar, se arrodilló y con las manos extendidas hacia el cielo elevó una ferviente y solemne oración a Dios, mientras la congregación se postraba con el rostro hacia tierra. El rey rogó: “Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón.”
La oración de Salomón durante la dedicación del templo nos orienta para conocer lo que podemos pedir en oración:
1) Bendecir y engrandecer el nombre de Dios por sus maravillas;
2) que las promesas divinas se cumplan en nuestro favor;
3) que Dios absuelva al pecador, después de haberse arrepentido;
4) que Dios, en su misericordia, perdone los pecados de aquellos que nos arrepentimos;
5) Orar en toda circunstancia para que Dios, que observa todo desde los cielos, pueda responder las oraciones;
6) Tener la certeza que Dios escucha y responderá nuestros pedidos.
Cuando terminó su plegaria, un fuego milagroso descendió del cielo y consumió el sacrificio.
CITA SELECTA
“Todos los que ocupan puestos de responsabilidad necesitan aprender la lección encerrada en la humilde oración de Salomón. Deben recordar siempre que un cargo no cambia el carácter del que lo desempeña ni le hace infalible. Cuánto más alto estará ubicado un hombre, tanto mayores serán sus responsables y más vasta su influencia; tanto más necesitará comprender lo mucho que depende de la fuerza y sabidurías divinas y lo mucho que necesita cultivar un carácter santo y perfecto… He aquí una lección para todos los que desean salvar sus almas, la de velar continuamente en oración. He aquí una advertencia a mantener la gracia de Cristo siempre en el corazón, una batalla con las corrupciones internas y las tentaciones de afuera”.
La Oración, p.172
ORACIÓN
AMANTE PADRE, LA LECTURA DE ESTE CAPÍTULO NOS DESAFÍA CADA DÍA A ALABAR Y BENDECIR TU GRAN NOMBRE POR LAS GRANDES MARAVILLAS REALIZADAS EN NUESTRO FAVOR. GRACIAS POR ESCUCHAR NUESTRAS ORACIONES Y RESPONDER NUESTROS RUEGOS. POR JESÚS, AMÉN.