Escuchar el PostNO DEBEMOS OBEDECER LOS CONSEJOS DE VENGARNOS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Porque ¿quién hallará a su enemigo, y lo dejará ir sano y salvo? Jehová te pague con bien por lo que en este día has hecho conmigo” (Ver. 19).
COMENTARIO HISTÓRICO – 1 SAMUEL CAPÍTULO 24
Después de perseguir a los filisteos, Saúl reinicia su cacería contra David. Esta vez va hasta En-gadi, lugar apropiado para esconderse por las abundantes cuevas, que todavía existen en la actualidad. David y sus soldados se esconden en las paredes de la cueva para no ser vistos, y Saúl entra a la misma cueva para descansar del sol abrasador. Los soldados de David le dan un consejo y le dicen que “Dios entregó en sus manos a su enemigo, por lo que debe quitarle la vida”. Sin embargo, David arguye que Dios le había asegurado que sería el nuevo rey de Israel, pero que no había recibido una orden divina de quitar la vida a Saúl, por lo que sólo le cortó el borde del manto para demostrar que podía matar al rey, pero no lo hizo.
Después que el rey salió de la cueva, David alza la voz y le dice a Saúl que tenía como evidencia el borde de su manto, pero que no le quitó la vida. Cuando Saúl comprende que se le perdonó la vida, llora, pide perdón y propone hacer un pacto, para que David, cuando sea coronado rey, deberá respetar la vida de su familia. David cumplió el pacto, y durante su reinado no aniquiló a la descendencia de Saúl.
CITA SELECTA – PATRIARCAS Y PROFETAS, PÁG.651
“Saúl se levantó y salió de la cueva para continuar su búsqueda, cuando sus oídos sorprendidos oyeron una voz que le decía: “¡Mi Señor, el rey!” Se volvió para ver quién se dirigía a él, y he aquí que era el hijo de Isaí, el hombre a quien por tanto tiempo había deseado tener en su poder para matarlo. David se postró ante el rey, reconociéndolo como su señor. Dirigió luego estas palabras a Saúl: “¿Por qué escuchas las palabras de los que dicen: “Mira que David procura tu mal”? Hoy han visto tus ojos cómo Jehová te ha puesto en mis manos en la cueva. Me dijeron que te matara, pero te perdoné… Cuando Saúl oyó las palabras de David, se humilló, y no pudo menos de admitir su veracidad. Sus sentimientos se conmovieron profundamente al darse cuenta de que había estado completamente él en el poder del hombre cuya vida buscaba… Saúl exclamó: “Más justo eres tú que yo, que me has pagado con bien, habiéndote yo pagado con mal”.
ORACIÓN
DIOS DE AMOR, TE SUPLICAMOS QUE QUITES TODO DESEO DE VENGARNOS DE NUESTROS ENEMIGOS. QUE TU SANTO ESPÍRITU PONGA EN NUESTRA MENTE LA SEGURIDAD QUE TÚ TE ENCARGARÁS DE HACERNOS JUSTICIA Y DE RESTITUIR LO QUE HEMOS PERDIDO. POR JESÚS, AMÉN.
