
SABIDURÍA PARA LLAMAR LA ATENCIÓN A NUESTROS HIJOS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Por su parte, el niño Samuel seguía creciendo y ganándose el aprecio del Señor y de la gente” (Ver. 26).
COMENTARIO HISTÓRICO – 1 SAMUEL CAPÍTULO 2
Samuel fue dejando a muy corta edad bajo el cuidado de Elí, para que pudiese aprender el oficio del sacerdocio en el santuario que estaba ubicado en la ciudad de Siló.
“Aunque era muy joven cuando lo trajeron a servir en el tabernáculo, Samuel tenía ya entonces algunos deberes que cumplir en el servicio de Dios, según su capacidad. Eran, al principio, muy humildes, y no siempre agradables; pero los desempeñaba lo mejor que podía, con corazón dispuesto… Así se hizo Samuel colaborador del Señor del cielo y de la tierra. Y Dios lo preparó para que realizara una gran obra en favor de Israel”. (PP 558).
Antes de llegar a los veinticinco años edad, ya Samuel oficiaba como sacerdote. Además, los adoradores que llegaban a Siló, admiraban las cualidades espirituales de este joven. En contraste, con la conducta integral de Samuel, los hijos de Eli, Ofni y Finés, tenían un comportamiento abusivo e irrespetuoso hacia los oferentes que venían a adorar a Dios en su santuario: obligaban a que se les entregara la parte asignada a los sacerdotes, sin antes quemar la grasa o antes de estar cocinada. También se acostaban con las mujeres que servían en el santuario. Un profeta, de quien no se registra su nombre, es el enviado para anunciar a Elí que sus dos hijos morirían el mismo día.
CITA SELECTA – PATRIARCAS Y PROFETAS, PÁG.562
“El sacerdote y juez de Israel no había sido dejado en las tinieblas con respecto a la obligación de refrenar y disciplinar a los hijos que Dios había confiado a su cuidado. Pero Elí se sustrajo a estas obligaciones, porque significaban contrariar la voluntad de sus hijos, y le imponían la necesidad de castigarlos y de negarles ciertas cosas. Sin pesar las consecuencias terribles de su proceder, satisfizo todos los deseos de sus hijos, y descuidó la obra de prepararlos para el servicio de Dios y los deberes de la vida. Dios había dicho de Abraham: “Pues yo sé que mandará a sus hijos, y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová haciendo justicia y juicio”. Pero Elí permitió que sus hijos lo dominaran a él. El padre se sometió a los hijos. La maldición de la transgresión era aparente en la corrupción y la impiedad que distinguían la conducta de sus hijos. No apreciaban debidamente el carácter de Dios ni la santidad de su ley”.
ORACIÓN
AMANTE PADRE Y DIOS NUESTRO, INTERCEDEMOS POR TODOS LOS PADRES Y MADRES QUE ESTÁN EDUCANDO HIJOS, PARA QUE LES OTORGUES SABIDURÍA PARA ENCAMINAR A SUS HIJOS E HIJAS HACIA LA SALVACIÓN. POR JESÚS, AMÉN.