
DESARROLLEMOS LA CONFIANZA EN DIOS COMO LA TUVIERON LAS TRIBUS DE RUBÉN, GAD Y MANASÉS
“Por cuanto confiaban en Dios, clamaron a él en medio del combate, y Dios los ayudó a derrotar a los agarenos y a sus aliados”.
1 CRÓNICAS 5:20
COMENTARIO HISTÓRICO
Cumpliendo el mandato divino de poseer la tierra prometida, las tribus de Ruben, Gad y la media tribu de Manasés se unieron para expandir su territorio. Ellos hicieron dos cosas básicas:
a) Prepararon un EJÉRCITO PODEROSO, instruido en el uso de todas las armas y eran diestros para la batalla,
b) No solo tenían seguridad en la fortaleza de su ejército, sino que CONFIABAN EN DIOS; la raíz primaria en hebreo, para la palabra confiar es, apresurarse a refugiarse, pero no tan precipitadamente, porque se tiene apoyo y seguridad en Dios.
Estando en pleno combate, CLAMARON A DIOS.
Este es el equilibrio que se necesita desarrollar en todas las facetas de la vida.
En primer lugar, prepararse, entrenarse, capacitarse y ser experto.
En segundo lugar, depender de Dios.
Por eso debemos CLAMAR, esta palabra significa, lanzar alaridos de angustia cuando se está en peligro. Cuando oremos, debemos suplicar e interceder para que Dios sea propicio y pueda oír nuestras plegarias.
Respuesta divina: DIOS AYUDÓ y les dio una gran victoria. Dios los rodeó con su protección, fue en su ayuda, los socorrió, porque ellos dependían de la colaboración divina. Cuando se clama a Dios, así como hicieron estas tribus que se habían aliado, Él escuchó su oración y les otorgó una gran victoria.
“Dios responde por cada promesa y con nada podemos deshonrarle más que con dudar y vacilar, con pedir y no creer, y más tarde con dar expresión a la duda. Si no recibís inmediatamente lo que pedís, ¿habéis de andar enfadados y de ser incrédulos? Creed, creed que Dios hará lo que ha prometido. Sigan ascendiendo vuestras oraciones y velad, trabajad y esperad. Pelead la buena batalla de la fe. Decid a vuestro corazón: “Dios me ha invitado a venir a él. Ha oído mi oración. Ha empeñado su palabra prometiendo recibirme y él cumplirá su promesa… Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que lo pidieren de él?”.
LA EDUCACIÓN CRISTIANA, P. 424
ORACIÓN
PADRE TODOPODEROSO, TÚ QUE SIEMPRE ESTÁS DISPUESTO A ESCUCHAR NUESTRAS PLEGLARIAS, CLAMAMOS POR AUXILIO PARA QUE NOS DES VICTORIAS CONTRA SATANÁS, NUESTROS PRINCIPAL ENEMIGO. POR JESÚS, AMÉN.