IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN EL CULTO Y LA ADORACIÓN
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: David y los jefes del ejército separaron para el servicio del culto a los hijos de Asaf, de Hemán y de Iedutún, los cuales profetizaban, acompañándose con cítaras, arpas y címbalos.
1 CRÓNICAS 25:1
COMENTARIO HISTÓRICO
El primer versículo del capítulo menciona que “David y los jefes del ejército” eligieron las mejores voces y los mejores músicos que tocaban los instrumentos, para que sean miembros del coro y de la orquesta del santuario. Siendo que el rey David tenía el don de la música, ya que tocaba el arpa desde su niñez, decidió instaurar la alabanza vocal e instrumental como parte del culto de adoración. La adoración por medio de la música era entonada por un coro multitudinario, acompañado de instrumentos de percusión, de cuerdas, y de vientos. Los turnos que se establecieron servían para que durante todo el día haya músicos alabando a Dios con sus voces y con instrumentos musicales. Motivemos en nuestras iglesias las alabanzas congregacionales como la mejor manera de adorar al Señor. Se debe establecer un espacio de alabanzas, donde todos pueden participar, indistintamente si tienen o no cuentan con el don de la música. Las alabanzas entonadas por solistas o grupos musicales enriquecen la adoración. Sin embargo, debemos evitar el espectáculo y el protagonismo desmedidos de los participantes. Hagamos que los “maestros y discípulos”, participen con un espíritu exclusivo de adoración y no de protagonismo.
CITA SELECTA
“Dios ha entretejido la música en la trama misma de su creación. Por ejemplo, cuando hizo todas las cosas, “alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios”. Job 38:7. El libro del Apocalipsis describe el cielo como un lugar de alabanza incesante, que resuena con cánticos de adoración a Dios y al Cordero por parte de todos. Apocalipsis 4:9-11; Debido a que Dios hizo al ser humano a su imagen, compartimos el amor y el aprecio por la música con todos los seres creados. De hecho, la música puede tocarnos y conmovernos con un poder que va más allá de las palabras o cualquier otro tipo de comunicación. La mejor música, la más pura, eleva nuestro ser hasta la misma presencia de Dios, donde los ángeles y los seres no caídos lo adoran con cánticos”.
LA MÚSICA, P.58
ORACIÓN
SEÑOR, MERECEDOR DE TODA ALABANZA. PERMITE QUE LA ADORACIÓN Y ALABANZAS QUE ENTONEMOS EN FORMA CONGREGACIONAL, INDIVIDUAL, CON COROS O CONJUNTOS DE INSTRUMENTOS, LLEGUEN ANTE EL TRONO DE TU PRESENCIA. POR JESÚS, AMÉN.