
CUMPLIR CON NUESTRAS RESPONSABILIDADES
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “En la primavera, que era la época en que los reyes salían de campaña, Joab sacó el grueso del ejército y devastó el país de los amonitas. Llegó hasta Rabá, la atacó y la destruyó; PERO DAVID SE QUEDÓ EN JERUSALÉN”
1 CRÓNICAS 20:1
COMENTARIO HISTÓRICO
Este capítulo desarrolla tres temas:
1) El cronista narra que cuando pasaba la época de lluvia, los ejércitos entraban en campañas militares, para conquistar nuevos territorios. En esta ocasión, David no dirigió las estrategias de conquista, ni encabezó el ejército, sino que permaneció en Jerusalén. El hecho que David haya descuidado su responsabilidad como rey fue una de las causas por la cuales Satanás se aprovechó del ocio del monarca, y cayó en adulterio con Betsabé;
2) Los amonitas tuvieron un año para arrepentirse por el trato que dieron a los embajadores de David, al no hacerlo, fueron destruidos;
3) La muerte de Goliat, así como este nuevo gigante filisteo que tenían 24 dedos, desafiaron al ejército y al Dios de Israel. En ambos casos, David y uno de sus sobrinos, fueron suficientes para derrotar a estos gigantes.
CITA SELECTA
“Con el transcurso del tiempo se fue conociendo el pecado de David para con Betsabé, y se despertó la sospecha de que él había planeado la muerte de Urías. Esto redundó en deshonor para el Señor. Él había favorecido y ensalzado a David, y el pecado de éste representaba mal el carácter de Dios, y echaba oprobio sobre su nombre. Tendía a rebajar las normas de la piedad en Israel, a aminorar en muchas mentes el aborrecimiento del pecado, mientras que envalentonaba en la transgresión a los que no amaban ni temían a Dios. El profeta Natán recibió órdenes de llevar un mensaje de reprensión a David. Era un mensaje terrible en su severidad. A pocos soberanos se les podría haber dirigido una reprensión sin que el mensajero perdiese la vida. Natán transmitió la sentencia divina sin vacilación, aunque con tal sabiduría celestial que despertó la simpatía y la conciencia del rey y le indujo a que con sus labios emitiera su propia sentencia de muerte. Apelando a David como al guardián divinamente designado para proteger los derechos de su pueblo, el profeta le relató una historia de agravio y opresión que exigía justicia y castigo”.
Patriarcas y Profetas, 779
ORACIÓN
PADRE, GRABA EN NUESTRAS MENTES LAS TERRIBLES CONSECUENCIAS DEL PECADO, PARA QUE CON TU GRACIAS NOS ALEJEMOS DEL MAL Y VIVAMOS CADA DÍA EN MAYOR COMUNIÓN ESPIRITUAL CONTIGO. POR JESÚS, AMÉN