
LECCIONES DEL REINADO DE DAVID PARA TENER UN BUEN COMIENZO EN TODA NUEVA ÁREA DE LA VIDA
“Así pues, todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón para hablar con el rey, quien hizo allí un pacto con ellos en presencia del Señor. Después de eso, ungieron a David para que fuera rey sobre Israel, conforme a lo que el Señor había dicho por medio de Samuel”.
1 CRÓNICAS 11:3
COMENTARIO HISTÓRICO
Después de trece años que David fuera ungido por el profeta Samuel, fue coronado en Hebrón como como rey todo Israel. Como Israel no tenía ninguna ciudad como su capital, decidió conquistar la ciudad de Jerusalén para que sea capital del reino de Israel. Para que el reino de David pueda extender sus fronteras, contó con un ejército comandado por guerreros muy valientes.
Extraigamos algunas lecciones de la vida de este rey:
1) David esperó el “TIEMPO SEÑALADO POR DIOS” para ser el rey del pueblo de Dios. Si estás iniciando un nuevo trabajo, o recién fue nombrado en nueva función, o desea ocupar un cargo de mayor responsabilidad, espera confiado “LOS TIEMPOS DE DIOS”, no se apresure, no se queje, no codicie el cargo de otro. Recordemos: Dios sabe cuándo es el TIEMPO SEÑALADO;
2) Los ancianos de Israel reconocieron que David antes de ser rey, ya Dios estaba con él y lo dirigía para que las campañas militares obtuvieran éxito. Lo mismo debe ocurrir en nuestras vidas: antes de tener un nuevo cargo, ejercer liderazgo u ocupar un cargo para dirigir a personas, ellas deben conocer que nosotros gozamos de la sabiduría celestial y que Dios dirige nuestras vidas;
3) David hizo un pacto de fidelidad en presencia del Señor. Si nosotros hacemos este mismo pacto o contrato con Dios, tendremos asegurado el éxito en toda actividad que emprendamos.
CITA SELECTA
“Nadie ha manifestado tanta humildad como David ante la comprensión de su pecado. Demostró ser un hombre fuerte, no siempre en la resistencia a la tentación, sino en la contrición de alma y sincera penitencia. Nunca perdió su confianza en Dios, quien puso solemnes reprensiones en labios de su profeta. Tampoco manifestó odio por el profeta de Dios. Y fue amado porque confió en la misericordia del Dios a quien amaba, servía y honraba”.
CRISTO TRIUNFANTE, P.151
ORACIÓN
SEÑOR, ASÍ COMO CUIDASTE Y DIRIGISTE A DAVID, TAMBIÉN DESEAMOS QUE LO HAGAS CON NOSOTROS. QUE NOS HAGAS PERSONAS DE BIEN EN LOS LUGARES DONDE VIVIMOS O TRABAJAMOS. QUE, A TRAVÉS DE NUESTRO TESTIMONIO, LAS PERSONAS TE PUEDAN CONOCER. POR JESÚS, AMÉN.